La llegada de Emma (IV): El ginecólogo chopper

Esta historia es una continuación de La llegada de Emma (I): Pasando las 40 semanas  La llegada de Emma (II): Cumpliendo 41 semanas.La llegada de Emma (III): La inducción del parto

Es bien sabido que los médicos en el área de quirófano no utilizan batas, se ponen algo que llaman pijamas. La primera vez que lo escuché, casi me muero de la risa, pues me los imaginé así:

Aunque no está tan lejos de la realidad, el uniforme de pijamas es realmente así:

En la cabeza llevan un gorrito del mismo material que el pijamas, aunque las enfermeras que me atendieron llevaban sábanas de hospital amarradas en la cabeza que hacía que parecieran árabes jaja, pero eso no fue lo más extraño, el ginecólogo traía un gorrito un tanto peculiar.

La modernidad llegó a los quirófanos, pero mi doctor se pasó de moderno. No traía un gorro de quirófano, traía una banda de chopper! de esas que se ponen debajo del casco de motocicleta con un estampado más o menos así:

¿Qué pensarían ustedes si el doctor que los atendiera trajera un atuendo semejante y de paso se durmiera al ritmo del grupo Maná?

Como todo ser humano, el prejuicio me ganó y en un principio dudé de la capacidad médica del ginecólogo, pues yo me imaginaba a alguien formal y serio, todo lo contrario a lo que me tocó. Cuando me comentó que me haría una cesárea, inmediatamente empezó a bromear preguntándome si quería la cicatriz de alcancía o de bikini, en mis nervios no captaba el chiste y esto le causaba más gracia.

La verdad, este doctor me demostró que no hace falta la seriedad cuando de hacer bien un trabajo se trata. Me hizo una operación impecable que otros médicos que me revisaron después elogiaron con justa razón, me hizo el favor de ponerme puntos que se absorben para evitarme la pena de que me quitaran hilos de nylon y salió personalmente a informar a mi familia cómo había estado la operación, a pesar de que estábamos en la seguridad social, donde esas formalidades se olvidan.

Días después me enteré que, efectivamente pertenece al grupo de doctores chopper de la seguridad social que pasean en moto de cuando en cuando y están en su segundo aire de juventud, así que la próxima vez que vea un gorro de quirófano con calaveras me dejaré atender confiada en mi experiencia pasada. Eso espero.

18 thoughts on “La llegada de Emma (IV): El ginecólogo chopper

  1. Un doctor es mejor que no sea un estirado, perece que te tranquilizas mas cuando te gastan bromas. Me alegra que trabaja se bien, a mi amiga M la hicieron tal chapuza que al segundo bebé todos los médicos la tenían pena…

    • Jajajaja no me fijé en eso, aunque me parece que era de esos hombres que son mayores y quieren regresar a su etapa juvenil. Eso si, entre el gorro chooper y el cubrebocas tenía unos bonitos ojos 🙂

  2. Lo importante, es que fue bueno! Y si además es amable, mucho mejor!
    A mí me parecía que mi cicatriz era muy grande, pero fui a revisión con mi gine de toda la vida hace poco y me dijo que me habían hecho un “trabajo muy bueno”. Pues tendrá razón.
    Venga, que ya sólo quedan tres entregas 😛

  3. Que interesante se está poniendo! Sinceramente tienes la imaginación como yo, super desbordada y eso es bueno, por que en momentos serios como por ejemplo estos, te hacen sacar una sonrisa de dond no las hay y es mucho más divertido afrontar las cosas! jajajaja

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