Mis miedos escondidos

Han llegado las 40 semanas de embarazo y no hay señales de que esta bebé quiera nacer, tengo contracciones pero muy aisladas sin dolor, pero nada más. Todo mundo pregunta si ya nació, si me voy a quedar para muestra, que si se me está pasando el parto y eso, aunque pensaba que no me afectaba, he descubierto que si.

Muchas veces en mi vida me he revelado a mí misma miedos que tenía escondidos en lo más profundo. Mi naturaleza es ser una persona algo perfeccionista, un tanto ansiosa, nerviosa y a veces algo extrema con el fin de que las cosas que me propongo salgan bien, todo dentro de la legalidad, no se preocupen. Lo heredé de mi madre, estoy segura y sé que esta parte de nuestra personalidad nos ha causado mucho dolor a ambas en nuestras vidas, pero ella ha aprendido a lidiar un poco con eso y yo, a esconderlo en lo más profundo, sin darme cuenta.

Hay muchos ejemplos que podría dar, pero los que más me han impactado son 2.

El primero, cuando estaba haciendo mi tesis de la licenciatura en educación especial, llevaba más de 6 meses trabajando en un documento sin pies ni cabeza, mi asesora no decía nada pues confiaba en mis dotes de buena estudiante y que poco a poco tomaría forma, pero no era así, el tiempo avanzaba y el trabajo era absurdamente inútil. Empecé a estresarme, ponerme muy ansiosa y entre tanto descubrí que tenía miedo a que mi trabajo no superara las expectativas de mis evaluadores, siempre había sacado buenas calificaciones y temía decepcionar a las personas. Cuando supe esto, después de muchas semanas de introspección y desahogo, yo lo llamaba mis periodos de dudas existenciales, un buen amigo me ayudó a retomar el rumbo como más me gusta, con un método paso a paso para elaborar mi trabajo. Funcionó perfecto, terminé en 1 mes lo que no hice en muchos y estuve satisfecha.

El segundo, cuando intentábamos quedar embarazados. Esta historia ya la conté en este post y se resolvió cuando entendí lo que pasaba, estaba preocupándome demasiado. Me ocupé en otras cosas y aquí estamos ahora.

Al día de hoy y después de aullarle toda la noche a la luna llena, de verdad fue lo único que me faltó jaja, amanecí decepcionada y sin señales de parto. Después de tuitear lo ocurrido, me llega un mensaje que me hizo reflexionar (gracias Vivi) y empiezo a comprender que realmente no me siento preparada para el parto, tengo mucho miedo que  algo le pase a mi bebé e inconscientemente siento que está mejor dentro de mi, además tengo la presión de entregar unas cosas del trabajo… y demás.

Tengo que aprender a relajarme un poco, dejar la casa tirada, los papeles sin entregar, los posts sin programar, pero todo eso va poco a poco.

Aclaro que no estoy tan loca como antes, he mejorado, he aprendido a dejar cosas, pero aún me cuesta trabajo, supongo que esto será de toda la vida, pero por ahora lo haré por mi bebé, para ayudarle a que nazca, ella tiene que saber que me muero de ganas de tenerla en mis brazos y que todo va a salir bien. Si no tengo confianza yo, ¿Cómo podré transmitirsela a ella?

Por cierto les recomiendo este artículo que me pasaron: El reflejo de eyección materno-fetal.

10 thoughts on “Mis miedos escondidos

  1. Me alegro de aportar mi granito de arena.

    Para el parto de Sofi yo estaba sola, sin pareja. Y mi manera de enfrentarme al parto era “no quiero cesárea, no voy a cesárea. Por las uñas no va a salir así que como queda un solo lugar para que salga, por ahí va a salir y ya veremos como nos va”

    Estoy lo pense toda la ultima semana de embarazo y así nació Sofi, el día que entraba a la semana 39, después de 14 hs de trabajo de parto.

    Ánimos!! A concentrarse y a dejar que todo fluya….

  2. Pingback: #AmoMiBlog (8) De mis miedos escondidos… |

  3. Me siento tan identificada con esta entrada… Sentía un temor inmenso en la semana 40 porque Muriel no daba señales de querer salir. Las contracciones eran aisladas y casi imperceptibles. Tuve que esperar hasta la semana 41 para internarme. Pero ahora que leo tu post, nunca había pensado que tal vez inconscientemente yo tenía miedo al parto y se lo transmitía a mi hija. Tal vez si hubiera podido visualizarlo, le habría hecho frente y otra sería la historia.
    Lo único que puedo decirte (yo también siempre me exigí más de lo que pude, por mi afán perfeccionista y ñoño) es que dejes fluir tu naturaleza… Emma va a ser muy feliz a tu lado!!!

    Un abrazo desde Argentina

  4. Todas sentimos un poco de miedo cuando se acerca el momento y eso se lo transmitimos a nuestros bebés… Debes estar confiada en que todo va a salir bien y ya verás como en un dos por tres nos dices la noticia. Ánimo y besos

  5. Lo primero, tienes que relajarte y estar tranquila, un embarazo es normal hasta la semana 42, así que cualquier día, puede empezar el parto. y por otro lado, no tengas miedo, yo siempre digo y he pensado, que la humanidad tiene cientos de miles de años, y entonces, no se controlaban los embarazos ni se medicalizaban los partos ni nada, si ellas podían tu también

  6. Creo que a todas nos pasa, yo vivía con un miedo tenaz, siempre, siempre me enfoque en que mi parto fuera natural, la gente tampoco me ayudaba mucho, me decían: eso duele, van a sufrir, … todo lo malo, pero cuando uno quiere algo lo logra, el doctor me dijo si el 21 no das señales te hacemos cesárea ;( pero gracias a Dios el 18 nació sin problemas y muy rápido, Ánimos… Buena vibra 😉

  7. Nuestro cuerpo habla de muchas maneras y pocas veces le prestamos atención. Deja que las cosas fluyan y lleguen cuando sea el momento perfecto. Te entiendo tanto, suelo ser perfeccionista y era excesiva en mi gusto por el orden y la limpieza. Mis hijos me han enseñado a relajarme, sigo siendo perfeccionistanpero ahora intento darle prioridad a las cosas que realmente las tienen.

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