Para muchos, tener un bebé es lo más fácil del mundo, o por lo menos así lo veo yo, salen un día, tienen relaciones y pum! 1 mes después o antes se enteran que han concebido un bebé. Lamentablemente no es tan sencillo para todos.
Nosotros como pareja recién casada, decidimos posponer la llegada de los hijos cuando menos un año. A los 9 meses de darnos el sí, empezamos a intentarlo.
Pasaron los meses y por último casi 2 años.
Durante ese tiempo tratábamos de mantenernos optimistas pero al ver a tantas parejas quedar embarazadas “por accidente” o a los primeros intentos, por lo menos a mi me hacía sentir mal. Acepto que llegué incluso a tener coraje contra la naturaleza, más no con Dios, y llegaban las preguntas ¿Por qué a nosotros no? ¿No seremos buenos padres? ¿Ellos se lo merecen más? y un largo y doloroso etc.
Hasta que en Junio de este año decidí personalmente, sin avisarle a nadie, ni siquiera a mi esposo, que ya no me importaba no tener hijos, que quería hacer muchas cosas de mi vida y la viviría como si no existiera la remota posibilidad de ser madre. Empecé a hacer planes grandes, a comprar boletos de avión con meses de antelación, a llenar solicitudes de empleo para trabajos extras y muchísimas cosas.
Entonces, un día de Octubre amanecí con nauseas… gastritis, pensé.
2 semanas después no se me quitaba, fui al doctor y me recomendó hacerme una prueba de embarazo antes de seguir con el tratamiento.
-Pero, no creo doctor, llevamos mucho intentándolo y mi periodo no se ha vuelto regular a pesar del tratamiento con Progyluton-
A regañadientes fui a “regalarle $150 pesos al laboratorio” como siempre decía y esta vez salió POSITIVO.
La verdad no me lo esperaba, al leerlo sonreí y empecé a temblar.
Se lo enseñé a mi esposo en su trabajo, él también se puso nervioso.
-¿Qué vamos a hacer ahora? Me gustaba mi papel de odiar a las madres de familia jóvenes jaja- fue mi respuesta
Así que aquí estamos. Con 11 semanas de gestación en la experiencia más emocionante de nuestras vidas, llenos de miedo, felicidad y planes.
La paternidad ha llegado a nuestras vidas cuando habíamos perdido la esperanza. Quizá para otros nuestra historia parezca fácil, pero no lo fue.
Espero que pronto podamos encontrar la respuesta a esa pregunta: ¿Qué vamos a hacer ahora?
mamaymaestra.wordpress.com 
¡Van a tener razón quienes comentan siempre que cuanto menos lo buscas antes lo encuentras! Ya te habías dado por vencida y en lugar de hundirte decidiste cambiar tus prioridades ¡y funcionó! Te relajaste, buscaste nuevas aficiones y como la naturaleza siempre quiere llevarnos la contraria ¡entonces te quedaste embarazada! Es un buen post para hacernos ver que a veces no podemos conseguir lo que deseamos justo en el momento en que lo queremos, pero quizás si esperamos un poco más podamos tenerlo todo.
Yo estoy en ésa fase de buscar y no encontrar, tu historia es un pequeño rayito de luz al final del túnel.
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