El viernes descubrí que el hielo me ayuda a calmar las nauseas! Oh que gran bendición!
Tengo más de 1 mes y medio sufriéndolas a todas horas, en todo lugar. Imaginen como es ir a trabajar con todos los niños y muriendo de ganas de vomitar o con agruras… guac!, no sé como he aguantado tanto.
Por lo pronto, los cubitos de hielo son mis mejores amigos. Lástima que viene el frío, espero que estos achaques se vayan antes de que llegue el invierno.